Mes de la Herencia del Imigrante: Salima
Salima y su esposo emigraron de Argelia en 2007, durante una época de lucha política extrema y corrupción gubernamental. Aunque irse fue desgarrador, sintieron que Estados Unidos sería un lugar más seguro para vivir y ofrecería más oportunidades profesionales.
Salima nunca había estado en los Estados Unidos antes de mudarse de forma permanente. La adaptación a un nuevo hogar fue abrumadora para ella. Si bien algunos recursos para inmigrantes estaban disponibles, no había una comunidad de inmigrantes activa o recursos específicos argelinos.
Cuando a su hijo, Anis, le diagnosticaron autismo a la edad de 2 años, volvió a sentirse aislada y necesitada de apoyo. Salima se acercó a otros padres y organizaciones comunitarias para aprender todo lo que pudo sobre el autismo y los servicios que su hijo podría necesitar. La ubicaron con un defensor de padres que la ayudó a saber qué esperar cuando Anis comenzara la escuela y recomendó abogar por una educación inclusiva para su hijo.
“Me sentía como que estaba doblemente alienada como inmigrante y también como la madre de un niño con una discapacidad”
“Al crecer en Argelia, realmente confías en las escuelas”, comparte Salima,” … crees que la escuela sabe más, tienes reverencia y admiración por la escuela y crees que quieren lo mejor para tu hijo … Es difícil asumir ese papel de ‘Sé lo que es mejor para mi hijo’ cuando creces toda tu vida teniendo fe en la escuela”.
Hoy en día Salima es una miembro activo de su Consejo Asesor de Padres de Educación Especial (SEPAC) local y ayuda a otros padres a navegar el sistema de educación especial, compartiendo el conocimiento y las habilidades que ha adquirido a lo largo de su propia experiencia para sentirse empoderada y así hablar sobre las necesidades de su hijo en el colegio.
La crianza de los hijos es una tarea difícil, y criar a un niño con una discapacidad que vive entre dos culturas conlleva a sus propios desafíos. Pero Salima está decidida a brindarle a Anis todo el apoyo que necesita para triunfar mientras comparte la belleza y la diversidad de la cultura argelina con él.
Recientemente, Anis decidió investigar Argelia para un proyecto para su clase de estudios sociales. Le dice a su familia que está orgulloso de ser argelino. “Quiero que esté agradecido por su cultura y sus raíces”, comparte Salima,” … algo que debería valorar y no avergonzar”.